CRÓNICA DE BARRANCOS POR TIERRAS PIRENAICAS
En esta crónica la parte gráfica se basa principalmente en los vídeos que iré subiendo a medida que "vimeo" me vaya dando permisos de subida (500 megas a la semana), todo por no pagar... jejeje... la Gopro ha dado mucho juego, y los vídeos van quedando muy chulos, pero claro... hay que editarlos ya que me traje más de 30 gb de material.
Un año más
con los rigores del verano mijareño, nos desplazamos hacia el pirineo a
disfrutar de una corta pero intensa estancia. De nuevo, aprovechando la
hospitalidad de Javi nos plantamos en su casa con petates, sacos, neoprenos,
cascos, y demás arreos concebidos para la prácticas de deportes de aventura,
concretamente este año el barranquismo nos ocupa a “tutiplein”.
Día 4 de
julio… sale la primera expedición, Armando, Benja y Jorge (en este caso y por
motivos familiares yo salgo más tarde). Poco os puedo contar de la llegada por
no estar allí, pero me consta que nadad más hacerlo, al igual que el año
pasado, recoger a Javi, preparar el material y meterse en un barranco “EL BARROSA”, no demasiado complicado ni
grande, pero con un tobogán lanzadera que supongo divertidísimo a juzgar por
los vídeos que he visto.
Día 5 de
julio… he llegado por la noche, acompañado por una buena tormenta, lo justo
para una conducción en solitario bastante tensa, menos mal que a mi arribada,
me espera un enorme plato de arroz al horno que me calzo entre pecho y espalda
para seguidamente irme a dormir.
Por la mañana, madrugón y desayuno (esos
fartóns han sido providenciales) cogemos los bártulos y nos vamos a ver el que
se supone que va a ser nuestro barranco del día “EL ERISTE”, al llegar a su
cabecera la sorpresa es máxima, la tormenta de la noche hace que el cañón venga
a tope de agua, todas las marcas de precaución para no entrar están bajo un
colchón enorme de agua blanca, mejor ni acercarse, así que queda abortada la
primera misión. Sabiendo que el resto del valle estará en iguales condiciones
de manga, tomamos la decisión de internacionalizar nuestra actividad y pasar a
Francia, a ver que se cuece por allí, de paso pasaremos por delante del
“SORROSAL”, y veremos como se las gasta… idem, en Broto nos asomamos a ver el
chorro de este barranco y el acojono es máximo.
Lo dicho…
a Francia, queremos hacer el “SOUSSOUEOU”
(Si lo tengo que volver a nombrar lo llamaré Susú), después de varias horas de
marcha y cogiendo bastante mal tiempo, lluvia, niebla… llegamos a la cabecera
por unos bosques de pirineo norte preciosos, los helechos y los boj son
enormes, el barranco es una formación de caos granítico envuelto por un paraje
alucinante y la bajada en sí es espectacular a la vez que divertida… saltos y
toboganes en un agua cristalina. Divertidísimo, ha valido la pena cruzar la
frontera a buscar un poco de calma, lo único malo las moscas que pretenden
comernos al volver al coche (Moscas gabachas… repugnantes). Entrada en España…
cervezón bien merecido ¿o no?
Día 6 de
julio… los planes de hoy nos llevan a la zona de Ainsa, concretamente a unos
barrancos cerca de la aldea de Revilla en la sierra de las Sucas a 1200 m. de altitud, junto al
p.n. Ordesa-Monte Perdido. Partiendo de esta pequeña localidad, buscamos la
cabecera de “EL CONSUSA” peazo
barrancazo… grado IV, si no me equivoco, 16 rápeles casi seguidos, saltos
técnicos para bizarros barranquistas (o piraos, yo “atao” como mandan los
cánones). Formación caliza con una gargantas excavadas en la roca y una
verticalidad muy importante, en principio esperábamos más agua, pero tampoco
fue escasa, en la primera marmita trampa (con un salto acojonante que hicieron
los tres majaretas: Benja, Jorge, Javi),
se podía salir nadando sin necesidad de usar la cadena, en la segunda si que
había que trepar un poco por las pedaletas allí instaladas (doy fe), pero
bueno, el hilillo de agua constante ayudaba a mantener fresco y limpio todo el
recorrido.
Por fin y
después de verticales muy bonitas (la de la cueva es preciosa), llegamos al
último rapel, de 35 metros,
casi todo en volado… al llegar y asomarme, juro que me dejó sin habla unos
minutos (no, no por la belleza ni la magnificencia del paisaje… que también…
sino por que los huevos los tenía en la garganta y no me dejaban articular
palabra). El resto fue un durillo retorno al coche por senda empinada.
Comida
rápida en el coche y a meterse en otro… así fue, volvimos a tomar camino (esta
vez hacia abajo por la carretera) y nos encontramos la cabecera del segundo del
día “EL TRASITO”, lo que en
principio nos pareció un cauce aceptable de agua, enseguida se lo tragó la
tierra, así que hicimos este barranco bastante seco, si bien las pozas estaban
llenas, además hacia el final se volvía a acanalar algún aporte y bajamos en agradable
compañía de la cantarina agua. No revestía demasiada complicación, aunque el
retorno con el peso del equipo mojado, lo vertical que era y de un día a tope
de actividad, se hizo bastante duro… merecía una buena cerveza y por la noche
fideuá. Se incorporó al grupo Jano, que llegó por la noche desde Burriana listo
también para zamparse un buen plato de fideos.
Día 7 de
julio… si os parecía poco lo hasta ahora hecho, hoy sábado era el día “tope
gama”, se trataba de hacer dos barrancos por la mañana, un rafting por la tarde
y una barbacoa por la noche… ¡Qué!... ¿Qué no?... con dos cojones y un palillo,
así lo hicimos y así quedará escrito en las crónicas (y si nos lo planteamos
nos vamos a correr el encierro). Madrugada y desayuno para volver al mismo
valle de ayer, pero esta vez para abordarlo por su vertiente derecha
orográfica, así que nos vamos siguiendo las indicaciones de Javi (hoy él no
podía venir) para llegar a la población de Escuaín, allí nos tenemos que
equipar para bajar al barranco del mismo nombre pero descendiendo por otro
menor “EL LUGAR” una buena
verticalidad nos esperaba, pero el reto más grande fue soportar la saturación
de gente que en él había colgada.
Por si
fuera poco, el mogollón, un grupo de novatos franceses con guía se nos cuela
por una senda saltándose dos o tres rápeles (para ser novatos iban de
espabilaos), esta circunstancia condicionó nuestro ánimo el resto del descenso
(hablando en plata: nos puso de una mala hostia…). No se si es casualidad de
haber encontrado a unos gilipollas, pero entre lo de este día y lo del “Paso de
Mahoma” en el Aneto el año pasado, me da la impresión de que los gabachos no
son demasiado solidarios y carecen del “buen rollito” que en la montaña sueles
encontrar. En cambio en el mismo descenso, topamos con una familia de belgas
enfrente de nosotros que nos parecieron la mar de majos.
Por fin
llegamos al pie de este barranco para toparnos con la cabecera del siguiente, era
el curso del río Yaga, en su fase de paso por las gargantas de “ESCUAIN”, un precioso cauce rocoso con
multitud de saltos y pozas agradables de cristalinas aguas (y fríaaaaassss)
donde retozar y pasarlo genial, hay un par de saltos para aguerridos
barranqueros de 8 y 14
metros (donde los padres de familia solemos sacar las
cuerdas para rapelar…je,je,je).
Si el
paisaje había sido magnífico, no menos bonita era la subida por una senda
boscosa, preñada de musgo por todas partes, si me dijesen que fue decorado de
alguna peli de saga fantástica me lo hubiese creído. En esta senda de brujas
dejé parte de los higadillos ya que aquí en Pirineos parece que la belleza es
directamente proporcional a la dureza y la subida se hizo compleja.
https://vimeo.com/48258550
De vuelta rápida
a Campo… debíamos reponer fuerzas (bocata en el bar) ya que nos esperaba la
sorpresa del rafting, una actividad totalmente desconocida para nosotros pero
que Javi, con la colaboración de sus colegas de río Willy y Ramón, nos
brindaba. Como pardillos nos subimos a lo que yo sabía no iba a ser un mero
“paseo en lancha” como se suele decir, son muchos años los que conozco al
cabroncete de Javi y tenía el convencimiento que el “hideputa” nos metería en
todos los “fregaos” (así fue… doy fe). Pues nada, el resto fue volcar, nadar,
agarrarse a la barca cual garrapatas… y pasar un miedo terrible en un rulo de
agua que allí llaman el “come hombres”… juro que llevo moraduras hasta en el
paladar… ¡Dios! Que bien lo pasamos, la adrenalina nos salía por las orejas. Os adjunto los enlaces de vídeo (lo tuve que partir en dos)
Ráfting ésera 1ª parte: https://vimeo.com/47121439
Ráfting ésera 2ª parte:https://vimeo.com/48245904
Solo
restaba el descanso del guerrero, y que mejor que una buena barbacoa en un
paraje muy chulo (que no recuerdo el nombre... Espluga, según dice Javi en su comentario) cerquita de Campo con una chimenea y un
techado en un bosquecillo de robles enormes donde hicimos cuenta de todas las
calorías que habíamos perdido durante el día, a la vez que visionábamos los
vídeos en el portátil… una buena dosis de risotadas, si señor…
Día 8 de
julio… la madrugada nos hizo reflexionar sobre los excesos, no solo los
físicos, sino también los gastronómicos de la noche anterior, los crujidos y
los “ayes” de la mañana nos acompañaban a todos, pero era un día espléndido
para realizar actividades y no se podía dejar pasar. Poco a poco la gente se
iba concienciando de su condición y uno tras otro fueron diciendo “hoy no”, así
que los únicos dispuestos fuimos Jorge y yo, la única condición mía fue
desayunar algo contundente, y un buen café, así que tras salir del bar, ambos
nos fuimos a realizar lo que sería nuestro primer barranco en solitario, como
chicos mayores que salían por primera vez a una actividad sin los “masters”.
Nuestro objetivo del día era hacer un barranco no demasiado complicado pero a
la vez atractivo, y el que pensamos ideal era uno cercano, en la entrada del
valle de Benasque, “EL COTORROÑERA”,
un barranquito con un buen chorrete de agua y muy bonito, bastante corto,
vertical y con una gama de colores que lo hacía magnífico para los sentidos.
Allí fuimos los dos “a licenciarnos” y sin ningún problema lo hicimos, fue más
complicada la aproximación (por la búsqueda de la cabecera entre prados) que el
descenso en sí.
Y
terminado este cañón, solo restaba el regreso a casa, nos esperaban 400 kilómetros con
el cuerpo magullado y cansado, pero con el alma repleta de nuevas y buenas
experiencias, los sentidos excitados por la belleza de los parajes y contentos
del buen recibimiento que un año más nos ha dado el Pirineo, gracias en gran
parte a los amigos, a la compañía y al buen ambiente que entre nosotros ha
primado. Un saludo y agradecimiento muy especial a nuestro querido anfitrión y
“master” Javi, y otro a Benja que nos ha enseñado un poquito más (a pesar de
sus duras técnicas didácticas, je,je,je…) y que le vaya muy bien estos 3 meses
de hacer las Américas.
Saludos.